Según el MSP, el número de procedimientos está en una “meseta”; el año pasado se registraron la mayor cantidad de casos.
Se trata de un mecanismo sanitario destacado especialmente por las autoridades, que “marca una diferencia” con lo que sucedía cuando el aborto era un delito; desde su despenalización, ninguna mujer murió en el marco de una intervención de este tipo.
Basso puntualizó que la aplicación de la ley, a pesar de estar garantizada en todo el país, refleja realidades diversas en el territorio. En concreto, hubo 10.373 mujeres que abortaron en Uruguay el año pasado, según cifras oficiales.
La mayoría, tenían al momento de la interrupción del embarazo más de 20 años de edad, en tanto 1.421 tenían entre 15 y 19 años y unas 53 adolescentes eran menores de 15 años.
Con todo, el número de intervenciones realizadas el año pasado fue el mayor desde que se viene aplicando la ley. En 2013 hubo 7.171 abortos al amparo de la normativa, que fueron creciendo a medida que avanzaron los años. En 2017, hubo 9.830.
Los casos de interrupción voluntaria del embarazo practicados en el Uruguay, al amparo de la normativa vigente, están en una situación de “meseta”, con alrededor de 10 mil procedimientos anuales, según informó el ministro de Salud Pública (MSP), Jorge Basso.
Se trata de un mecanismo sanitario destacado especialmente por las autoridades, que “marca una diferencia” con lo que sucedía cuando el aborto era un delito; desde su despenalización, ninguna mujer murió en el marco de una intervención de este tipo.
Basso puntualizó que la aplicación de la ley, a pesar de estar garantizada en todo el país, refleja realidades diversas en el territorio. En concreto, hubo 10.373 mujeres que abortaron en Uruguay el año pasado, según cifras oficiales.
La mayoría, unas 88.99, tenían al momento de la interrupción del embarazo más de 20 años de edad, en tanto 1.421 tenían entre 15 y 19 años y unas 53 adolescentes eran menores de 15 años.
Con todo, el número de intervenciones realizadas el año pasado fue el mayor desde que se viene aplicando la ley. En 2013 hubo 7.171 abortos al amparo de la normativa, que fueron creciendo a medida que avanzaron los años. En 2017, hubo 9.830.
En todo ese período , hubo 54.992 mujeres que interrumpieron voluntariamente su embarazo. En algunos departamentos, se siguen “teniendo dificultades” debido a la objeción de conciencia por parte de algunos médicos en ciertas zonas.
Una situación que, según Basso, se busca subsanar mediante convenios de complementación entre instituciones públicas y privadas, para así garantizarle a la mujer su derecho.
El ministro hizo estas puntualizaciones en el marco de la celebración de los diez años de la aprobación de la ley de Salud Sexual y Reproductiva, que según el Poder Ejecutivo han colocado a Uruguay “a la vanguardia en América”.
Uno de los principales puntos de balance de la última década ha sido convertirlo en el país con la menor mortalidad materna del continente. Hoy, menos de 15 mujeres fallecen a consecuencia del parto por cada 100 mil bebés nacidos vivos. Un pequeño aumento frente a las 10 que morían en 2012, pero muy lejos de los 40 casos en 2001.
También se registró una reducción sustancial de la mortalidad infantil. Por cada 1.000 niños nacidos vivos, el año pasado murieron 6,7. En 2004, esa cifra era de 12,2. El 99,5% de los nacimientos en Uruguay, además, se producen de manera institucionalizada.
Hubo además una disminución apreciable del embarazo en adolescentes de entre 15 y 19 años de edad. El año pasado fueron el 11,3% del total, frente al 16,4% de 2014.
La aplicación de la ley, según las autoridades, redundó asimismo en la eliminación de la transmisión vertical de VIH a menos de dos casos por cada 100 mujeres infectadas.